Para comenzar la mañana. Lunes 15 de abril.

El dilema del vaso medio lleno y (también) medio
vacío.
Para este informe de lunes vamos a volver a hacer foco en los insumos de cara al comienzo de una nueva zafra de invierno. Zafra que viene con luces y sombras, que si bien no atañen exclusivamente a los insumos, tienen fuertes vinculaciones. También hay que decir que los análisis que se hacen hoy, cuentan con algunas variables que se van a ir despejando durante el transcurso de los cultivos (efecto climático, precio de los granos, tipo de cambio, etc.) y por lo tanto le agregan incertidumbre a lo que pueda llegar a pasar al cierre de los mismos, cuando se saquen las cuentas finales.
A considerar.
Por lejos el
factor que más perjudica los presupuestos hoy, es el precio actual de los
granos. Si comparamos los precios actuales con los que había hace un año nos
encontramos con una disminución del 40 % en trigo y del 15 % en cebada. Por su
parte la colza está cotizando un 4 % más que lo que valía hace un año. Habrá
que ver si esto incentiva el área a sembrar de canola ya que se espera que para
este año baje el área respecto al año pasado, ubicándose en el entorno de las
100.000 hectáreas.
El nivel actual de los precios hace que los rendimientos de equilibrio sean altos. No dejando mucho margen de error en la producción y mirando lo que pase en los principales mercados a la espera de alguna ayuda en el panorama internacional que repercuta en una suba de precios, descomprimiendo los rendimientos de equilibrio.
Lo positivo (acá es donde entran los insumos).
Como positivo
tenemos que el paquete de insumos está más barato que el invierno anterior. ¡Ojo con esta afirmación! Hay que
hacerle algunas puntualizaciones para que se entienda bien y no caer en el
sensacionalismo.
Como primera
cuestión quiero empezar aclarando que el máximo rendimiento de los precios a la
hora de comprar insumos dependerá de los negocios que pueda hacer cada
productor, los momentos de compra, los stock con los que cuente cada proveedor,
los tiempos de llegada de las reposiciones y el poder “pescar” oportunidades de
stock y, por ende, de tiempo limitado que se presenten (por ejemplo una
liquidación de algún stock puntual de algún producto que haya quedado de la
zafra anterior). Mencionar también que no todo es precio y que muchas veces se
acuerda pagar algún centavo más contemplando servicios complementarios que
puedan ser brindados al productor. O también, y muy importante, asegurarse la disponibilidad de los
productos en tiempo y forma y no estar esperando hasta último momento el famoso
barco al que se le demoró la llegada y los tiempos se empiezan a correr.
Volvamos a la
afirmación inicial. Si miramos solo los herbicidas, es cierto que hay una
reducción en el entorno del 25 % al 35 %. Impulsada básicamente por productos
como: glifosato, clethodim, amina, paraquat, mcpa.
Los
fertilizantes están con precios muy similares a los de hace un año por lo que
en este rubro no habría un ahorro significativo.
En los
fungicidas se da algo curioso y es que la afirmación de que los insumos bajaron
es verdadera o falsa en función de si la decisión agronómica se vuelca al uso
de productos genéricos u originales. Dejando de lado la discusión de si un
genérico logra el mismo control que un original, lo cierto es que los productos
genéricos bajaron sus precios respecto al año anterior mientras que los
originales en el mejor de los casos se mantuvieron o directamente subieron. Hay
que decir también que las subas, en general, fueron pequeñas.
En resumen,
podemos concluir que la frase “los insumos están más baratos que año anterior”
es más cierta o menos cierta dependiendo de la estrategia agronómica que se
use. El hecho de que lo desembolsado en fungicidas y fertilizantes sea
aproximadamente el 80 % del presupuesto de insumos en los cultivos de invierno,
hace que la reducción en los herbicidas tenga una incidencia menor. De todas
formas no deja de ser bienvenida toda rebaja en los agroquímicos.
Dentro de lo
positivo también hay que agregar un par cultivos que se suman como opciones a
tener en cuenta y merecen que se les preste atención.
Ellos son carinata
y camelina.
Carinata ya se viene
sembrando y por la información que manejamos hay un área interesante que se
estaría sembrando este invierno. Al día en que se está redactando este informe
la carinata está cotizando a U$S 500 por tonelada aproximadamente.
La camelina va a
dar sus primeros pasos este invierno y se presenta como un cultivo a explorar,
con números que en apariencia no son malos. Le juega en contra el hecho de ser
nuevo y no tener experiencias probadas a nivel de campo en Uruguay. Este
cultivo ronda los U$S 490 la tonelada y se presenta como un cultivo que insume
poco gasto.
Desde los
precios ambas opciones son muy interesantes, la gran incógnita es qué rendimiento
real se pude esperar dándole el seguimiento agronómico que corresponde.
Cerramos acá el
informe de lunes. Más allá de todos los análisis y si los insumos están más
baratos o menos baratos, lo concreto es que la futura zafra de invierno se
presenta desafiante pero el productor ya tiene mil batallas de este tenor en su
historial. Habrá que ver cómo se desarrollarán los cultivos y esperar lo mejor.
Saludos.
Gabriel Pólvora
Administrativo
en Insumos – Dufour Commodities